TARTA DE GALLETAS OREO SIN HORNO

Tarta de galletas Oreo sin horno, historia:


Las galletas Oreo son un pequeño placer para niños y no tan niños. Lo que no todos saben es que podemos cocinar una tarta con estas galletas. Es la tarta ideal: es muy sencilla de elaborar, no necesita horno, con lo que no tendrás que estar pendiente del tiempo y la temperatura, y está riquísima. Si tienes un cumpleaños o cualquier celebración, esta tarta Oreo puede ser una muy buena opción para sorprender y presentar una opción diferente. 

El resultado es una tarta suave y cremosa, nada pesada, que seguro no dura nada en la mesa. Es también una receta con la que puedes introducir a tus pequeños en la repostería, porque es una tarta muy fácil de hacer. 

Lo cierto es que las galletas Oreo causan furor en América desde su creación, en 1912. De hecho, son la galleta más vendida del mundo en lo que llevamos de siglo XXI. Y a ti, ¿también te gustan?

Vídeo paso a paso:


Ingredientes


  • 690 gramos de galletas Oreo.

  • 75 gramos de chocolate blanco en polvo o 125 gramos en tableta. 

  • 625 mililitros de leche.

  • 625 mililitros de nata (crema de leche en América).

  • 125 gramos de mantequilla.

  • 250 gramos de azúcar.

  • 60 gramos en cuajada en polvo.



Tarta de galletas Oreo sin horno, preparación:


  • Paso 1

    En primer lugar, separamos la crema blanca de la galleta negra de las galletas. Después pulverizamos la parte negra con la trituradora y hacemos la base mezclando el polvo de galleta con la mantequilla. Reservamos una parte para espolvorear por encima al final. 

     

  • Paso 2

    A continuación comenzamos a preparar la parte que quedará en el centro de la tarta. Diluimos la cuajada en polvo en la leche y en una cazuela ya habremos puesto la crema de las galletas, la nata, el azúcar y el chocolate blanco. Ahora añadimos la leche con la cuajada y lo ponemos a calentar para que todo se derrita y se mezcle. 

     

  • Paso 3

    Una vez hecha la base de galleta, vertemos con cuidado la mezcla y la dejamos enfriar durante horas, para que quede sólida. Después espolvoremos el resto de la galleta pulverizada que quedaba y ¡a disfrutar!

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